La nueva pintura de Ivan Rickenmann es la de un observador nostálgico, la de un “voyeur”. Existe en su obra una mirada fría y conceptual, pero por otro lado presenta una visión sensual quizás por esa mezcla singular de suizo-colombiano. En su reciente trabajo titulado CIELO ROTO se percibe una actitud controlada, los espacios manejados en sus lienzos son silenciosos y solitarios, aunque por sus huellas y manchas nos hacen pensar que son lugares que en un momento fueron habitados; se condensa en su pinturas el paso del tiempo.
Maria Elvira Ardila, Curadora. Exposición CIELO ROTO, Galería Diners, Bogotá 1998